
La muerte: hablar con nuestra familia
Lo único seguro en esta vida es que en algún momento todos vamos a partir. Sin embargo, es un tema tabú, del cual no se habla ni se piensa, sobre todo porque conlleva dolor el recuerdo de los que ya partieron
¿Qué es la muerte?
Desde la física cuántica la muerte no existe, es simplemente un cambio de estado del alma (será tema para un próximo artículo en el blog).
Aun así, la muerte, para la mente humana es muy doloroso, ya que sabemos que esa persona no va a estar nunca más entre nosotros.
En esta vida escuela, sabemos que no somos eternos. Nuestro cuerpo y nuestra personalidad no lo es, pero si lo es nuestra alma.
De todas formas, socialmente, esta muy mal visto hablar sobre la muerte, sobre dejar en claro que me gustaría o que no me gustaría el día de mi muerte. Recuerdo una tía mía que decía que no había que hablar de la muerte, para no atraerla. ¡Como si nunca nos iría a pasar!
Jorge llegó a mi consulta con un cáncer terminal, los médicos no le daban esperanzas y él estaba cansado de luchar. Vino muy acongojado, apenado y triste porque sentía que le había fallado a su familia. Tenía hijos de 12 y 14 años, con los cuales no se animaba a hablar del tema de su muerte. Trabajamos una sesión de Freedom Healing, y vimos que en su infancia su familia no le hablaba sobre la muerte. Su abuelo había fallecido y nadie se sentó a conversar con él para explicarle lo que estaba sucediendo. Jorge simplemente tenía la creencia que de la muerte no se habla. Una semana después de la sesión me llamó para contarme que había hablado con sus hijos, acomodado los pepeles y estaba disfrutando a conciencia de los pocos días de vida que le quedaban. Jorge se fue feliz y su familia, a pesar del dolor, tenía todo acomodado.
Marta llegó a mi consultorio, muy apenada y enojada, porque su madre había muerto. Se sentía muy mal, y sostenía que la vida había sido injusta en llevársela porque “hay gente mala que sigue viviendo, y madre era buena. Merecía vivir”. El trabajo con Marta fue intenso, con esencias florales que le aclaren la mente, para ver con claridad que la muerte no se lleva a los malos, sino que en algún momento todos debemos cambiar de estado.
Luego del fallecimiento de un ser querido, entremos en una etapa de duelo,
“Existen diferentes etapas del duelo. Les hago un resumen de las mismas:
1ra etapa: Negación o parálisis
La persona manifiesta “no puede ser”, “no lo puedo creer”. Entra en un estado de parálisis, de shock emocional. Después de un tiempo, lo obvio comienza a asimilarse.
2da etapa: Berrinche, escándalo
Es la etapa donde comenzamos a asimilar que la persona fallecida no está y comienza una etapa de desesperación, de llanto descontrolado.
Estas dos etapas suelen verse claramente en los velorios: por lo general o “están bien” o “están quebrados”. Y siempre los que se hacen fuertes suelen “quebrar” en un llanto desconsolador, especialmente cuando el velorio va llegando a su fin. Algunos están en la primera y otros están en la segunda etapa.
Los velorios, aunque algunos nos parezcan tétricos y terribles sirven para aceptar que la persona ha fallecido, para entrar en la etapa de desesperación y llanto descontrolado. Es normal y saludable, ya que al pasar por las diferentes etapas nos “aseguramos” que no se estanque el proceso (el proceso estancado, genera síntoma).
3ra etapa: El regateo
“Y si yo hubiera hecho”, “y si hubiera ido al otro doctor”, “por qué esa persona y no yo”, etc.
Es una forma de negociación con la vida y ante la obvia falta de respuestas concretas permite pasar a la siguiente etapa.
4ta etapa: Enojo
Enojo con la persona fallecida, con el causante de la muerte, con la vida, con Dios o con alguna persona cercana. Es totalmente normal y es necesario exteriorizarlo sanamente. Suele durar bastante tiempo.
El enojo mal exteriorizado suele causar conflictos familiares y de toda índole. Ante el dolor cada uno hace lo que puede, y si una persona tira mierda para todos lados, la familia entera entra en conflicto. Desde este punto es muy bueno buscar ayuda. Las flores de Bach en el proceso de duelo son excelentes, porque nos permiten vivenciar las emociones sanamente.
5ta etapa: Culpa
Por lo que hicimos y lo que no hicimos, por lo que pudimos o no hacer. Culpa de estar vivos. Culpa de no haber sido mejor. Culpa por el enojo anterior.
6ta etapa: Tristeza y desolación
Es la parte depresiva del duelo. Donde uno se siente vacío, apenado, decaído.
7ma etapa: Explicación
La explicación de la muerte, la justificación que da paso a la siguiente etapa.
8va etapa: La integración y aceptación
Interiorización de la muerte, me permite ir desligándome progresivamente de la carga emocional.
9na etapa: Reinversión o aprendizajes
Es una etapa que se vive a la distancia del hecho sucedido, que nos permite vivir el aquí y el ahora, sin olvido y sin dolor.
Lo que aprendí de los duelos es que son necesariamente sanos, Duelen, sí. Algunos duelen mucho, muchísimo. Pero es necesario transitarlos para que dejen de doler, si no se convertirán en sufrimiento. El apego al proceso, al dolor, es lo que genera sufrimiento. “ (Extracto de mi libro “Esta Soy yo”)
Que nos pasa al morir un ser querido
Como vimos anteriormente, las personas que quedan, entran en shock y deben arreglar un velatorio, un entierro o una cremación. En realidad, deben tomar la decisión de qué hacer con todo eso además del dolor que causa la pérdida.
En ese momento, el estado mental es complicado, ya que la pena es terrible, y además de la pérdida, de la ausencia física, se acarrea con otros males, como la toma de decisiones, los gastos que implican un velorio, si enterrarlo o cremarlo. Luego de eso viene algo aún peor: la herencia de los bienes (pocos o muchos), momento en el cual aparecen los inescrupulosos que se aprovechan del estado poco consciente de los que quedan y se aprovechan de ellos.
Que dejar en claro a nuestras familias
– Creo que lo fundamental es dejar en claro que la muerte es parte de la vida, y que cada uno debe realizar su duelo y seguir viviendo.
– Dejar en lo posible, pago el velatorio y en claro que tipo de velorio (si es lo que desean). En mi ciudad existe un seguro que cubre el 100% del valor. Hoy un velorio, en mi ciudad, está alrededor de los U$D 3.000. Imaginen que luego de partir, además del dolor, la deuda que se deja al no tener algo inevitable, pagado. No todas las obras sociales cubren el 100% y muchos seguros de sepelios de obras sociales y sindicatos son con reintegro a los 90 /120 días.
– Dejar en claro que quiero o que no quiero de mi velorio y mi entierro. Por ejemplo, hay gente que no quiere ser enterrada o que no quieren que haya una misa. Mi abuela pidió que regalaran bombones el día de su partida.
– Dejar en claro para quienes cada cosa de valor y sobre todo, donde están los papeles y el dinero que recibirán los herederos.
– Dejar aclarado a la familia si se desea o no la donación de órganos, ya que , llegado el momento, es muy dolorosa esa decisión para los familiares.
Hablar sobre la muerte no es fácil, pero si es necesario y sanador.
Gracias por leer mis artículos
Sonia